El vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB)
¿Qué síntomas produce?
El VPPB o vértigo posicional paroxístico benigno se trata de un diagnóstico extremadamente frecuente, y que en la mayoría de las ocasiones tiene poca gravedad. Esta enfermedad, afecta con mayor probabilidad a gente de edad avanzada, aunque no es exclusiva del anciano. El paciente experimenta cuadros de vértigo, de corta duración (menos de 30 segundos) desencadenados por movimientos corporales y cambios de posición, típicamente al girarse en la cama, levantarse de la cama y acostarse, al extender el cuello cuando queremos por ejemplo coger un libro de un estante elevado.
¿Por qué me ocurre?
Aunque la causa de esta patología es desconocida, es importante preguntar por algún antecedente que pudiera ser el responsable del debut de esta patología, como por ejemplo, un traumatismo craneal, una intervención otológica, encamamiento prolongado, y por otras enfermedades a las que puede estar asociada como neuronitis vestibular, enfermedad de Ménière o la migraña vestibular.
Realmente, ¿qué es lo que está pasando en mi oído interno?
El cuadro se puede producir por una canalitiasis o canalolitiasis en las que las otoconias están flotando libremente en uno de los canales semicirculares o cupulolitiasis, en las que éstas están adheridas a la cúpula del canal afecto.
Al realizar movimientos cefálicos, las otoconias se desplazan, provocando un movimiento de los líquidos que contiene el oído interno (endolinfa). Dicha corriente endolinfática estimula el laberinto, generando un impulso nervioso de movimiento a nuestro cerebro. De ahí la sintomatología de percepción de movimiento propio y del entorno.
¿Y cómo se diagnostica?
El diagnóstico del VPPB se realiza fundamentalmente con la historia clínica congruente que nos ayuda a realizar un diagnóstico de sospecha y mediante la exploración otoneurologica completa. Otros vértigos, así como algunos cuadros centrales y algunos cardiogénicos, pueden tener una sintmatología de mareo que empeora con características posicionales, de ahí la importancia de realizar una correcta y completa exploración.
La exploración física es fundamental para comprobar la funcionalidad del laberinto. En una de las maniobras rutinarias, buscaremos provocar ese movimiento de la otoconia, de forma que se puede provocar el vértigo en la consulta y el consiguiente movimiento de los ojos llamado nistagmo. A continuación se esquematiza qué maniobra nos ayuda a hacer el diagnóstico del canal más frecuentemente afecto (canal semicircular superior), la maniobra de Dix-Hallpike.
¿Por qué veo que todo comienza a girar a mi alrededor?
El movimiento del entorno se debe al movimiento que experimenta nuestros ojos, llamado nistagmo. En el caso de canalitiasis del canal semicircular posterior el nistagmo producido por la maniobra de Dix-Hallpke es horizontal, rotatorio y geotropico. El nistagmo tiene un periodo de latencia previo a su aparición ( de 2 a 15 segundos ), se agota espontáneamente ( en menos de 40 segundos ), su dirección se invierte al incorporar al paciente, y se fatiga al repetir las maniobras en más del 90% de los casos.
Las desviaciones de la mirada hacia el oído más bajo aumentan la intensidad del componente torsional, y las desviaciones en la dirección opuesta aumentan las del componente vertical. El componente torsional se aprecia mejor en el ojo más bajo y el componente vertical, en el ojo más alto.
Y ¿Cuál es el tratamiento?
Para el tratamiento se realiza la maniobra liberadora de Epley en la misma camilla de exploración. Para ello se parte de la posición de Dix-Hallpike que causa los síntomas. Se mantiene al paciente unos segundos en esa posición, y después se inician una serie de movimientos deteniéndose varios segundos en cada posición antes de continuar con el movimiento. Si se dispone de un equipo de videonistagmografía, los movimientos durante la exploración se monitorizan, debiendo esperar en cada posición hasta que los nistagmos hayan cedido. Tambien es útil esta forma de realizar la maniobra, ya que si se comprueba una inversión nistágmica, puede sugerir que las otoconias no siguen el camino óptimo de curación, por lo que es recomendable volver a comenzar con la maniobra desde el principio. Los movimientos de la maniobra de Epley vienen esquematizados en la siguiente figura:
Y qué puede ocurrir en el futuro?
El VPPB es un vértigo que por definición puede recurrir en la evolución del paciente, siendo el periodo intercrisis variable.
Es recomendable que el paciente practique ejercicio físico a diario para completar una recuperación óptima del equilibrio en el menor tiempo posible.
En aquellos casos en los que no se consiga una recuperación completa y el paciente continúe con inestabilidad tras la resolución del vértigo es muy útil completar el tratamiento con rehabilitación vestibular.