¿Qué es la otitis?La otitis es un proceso inflamatorio/infeccioso del oído. Las otitis externas afectan a la piel del conducto auditivo externo y las otitis medias afectan a lo que llamamos la caja del tímpano, estructura en la que se alojan los huesecillos del oído, muy importante por ello desde el punto de vista auditivo.
Las otitis medias en sus diferentes formas son muy frecuentes en la infancia. Los catarros frecuentes, la presencia de vegetaciones que obstruyen la trompa de Eustaquio y factores anatómicos (una trompa de Eustaquio más corta y más horizontal), hacen que las otitis medias en relación con catarros o cambios de presión sean más frecuentes en la población pediátrica. Los síntomas habitales son dolor, irritabilidad, fiebre, supuración y perdida auditiva casi siempre reversible. La pérdida auditiva sin dolor y sin supuración es a veces el único síntoma de la otitis serosa crónica.
¿Qué es la otitis?Inicialmente y sobretodo en niños mayores de 6 meses la conducta es expectante y solo administramos analgésicos. Si hay fiebre elevada o dolor mantenido más de 48 horas, podemos administrar antibióticos por boca. En los casos de otitis media supurada, cuando el tímpano se ha roto solemos administrar el antibiótico en forma de gotas óticas
Cuando hay infecciones recurrentes o pérdida auditiva por la presencia permanente de líquido en oído medio (otitis serosa) podemos hacer una cirugía para colocar drenajes transtimpánicos. Es un procedimiento ambulatorio, en el que a través de una pequeña punción que se hace en la membrana timpánica (miringotomía) colocamos un tubo de ventilación o diábolo. Estos tubos suelen permanecer entre seis meses y un año aunque algunos están diseñados para durar más tiempo. Habitualmente cuando se caen, la membrana timpánica cierra sin mayores problemas. Mientras estén colocados debemos evitar la entrada de agua en el oído.