¿Qué son?
Las glándulas salivares se encargan de la producción de saliva, necesaria para poder tragar bien, permitiendo la elaboración adecuada del bolo alimenticio pero también para mantener una higiene oral y dental adecuada y favorecer la sensación de boca húmeda. Existen glándulas salivares menores en gran número, dispersas por toda la boca y la faringe y glándulas salivares mayores, como las gandulas parótidas, las submaxilares y las sublinguales. Son glándulas situadas a ambos lados del cuello, justo debajo de la mandíbula y en el suelo de la boca y son susceptibles de enfermar por patología inflamatoria y tumoral. La glándula parótida tiene una estrecha relación anatómica con el nervio facial encargado del movimiento de la cara y la glándula submaxilar esta relacionada con nervios en cargados de la sensación del gusto y del movimiento de la lengua.
Los tumores de glándula salivar afectan más frecuentemente a la glándula parótida. El tumor benigno más frecuente es el adenoma pleomorfo y el tumor maligno más frecuente es el carcinoma mucoepidemoide. Las glándulas salivares menores también pueden verse afectadas, siendo el tumor maligno más frecuente en este caso el carcinoma adenoide quístico.
Las enfermedades inflamatorias de las glándulas salivares, como la parotiditis o submaxilitis, se manifiestan como un aumento brusco de tamaño de la glándula a menudo doloroso. Si la causa es una obstrucción de la glándula por un cálculo, el paciente notará episodios recurrentes de aumento de tamaño de la glándula afectada especialmente en relación con las comidas.
Los tumores de glándulas salivares se manifiestan como un bulto en el cuello, de crecimiento progresivo, al principio indoloro. A medida que aumenta de tamaño puede producir dolor, afectación de la movilidad de la cara en el caso de los tumores de la parótida y de la movilidad de la lengua en el caso de tumores de la glándula submaxilar.
¿Cómo tratamos? Submaxilectomía y Parotidectomía
Los procesos inflamatorios de las glándulas salivares se tratan con medicación siendo necesario a veces la extracción de un cálculo si lo hubiera y excepcionalmente requieren la extirpación de la glándula.
Los tumores requieren la extirpación de la glándula salivar afectada: parotidectomías parciales para tumores benignos o totales para tumores malignos o submaxilectomías si la lesión está localizada en la glándula submaxilar.
Estos procedimientos se realizan con anestesia general a través de una incisión cervical. En la submaxilectomía, se extirpa la glándula submaxilar en su totalidad para lo cual es necesario despegarla de las estructuras que la rodean, concretamente de los nervios mentoniano, lingual, e hipogloso. La parotidectomía puede ser total o parcial según la patología a tratar y se extirpa la glándula separándola del nervio facial que la atraviesa. Los sistemas de monitorización nerviosa han contribuido notablemente a reducir la complicación más temida de la cirugía de la parótida: la parálisis facial. Tras la cirugía se coloca un drenaje para evitar la formación de hematomas que será retirado en uno o dos días trascurridos los cuales el paciente es dado de alta hospitalaria.